La calidad
de vida con que podemos contar en los días de hoy es fruto del desarrollo
tecnológico incorporado a los bienes y servicios y para lo cual el ingeniero
tiene un papel fundamental.
La
ingeniería que debe ser entendida cómo una cultura, abierta para la sociedad,
promoviendo su desarrollo, que auxilia esa misma sociedad a integrarse a la
nueva mentalidad mundial, objetivando su mejor calidad de vida.
La practica
ingenieril, en tanto actividad humana, no esta exenta de valoraciones y juicios
de carácter éticos y, por tanto, de códigos que normen los principios
esenciales sobre los cuales se sustenten la actividad laboral de los ingenieros
y su conducta como profesionales.
Los códigos
por si solos no pueden determinar la actuación de estos profesionales, es
necesarios que sean comprendidos y asumidos de formas conciente.
En la
actualidad existen en el mundo diferentes organizaciones de ingenieros con sus
respectivos códigos éticos, caracterizados por su contenido clasista, normativo
y educativo. En cuba se cuenta con un código, pero se limita a los arquitectos
y a ingenieros de la construcción.
A partir de
esta carencia se considera la necesidad de proponer un proyecto de código ético
para ingenieros de carácter más general. Esta actitud tiene por principio que
las concepciones éticas no pueden asumirse como resultado de la calificación
profesional, sino como parte del proceso de formación del especialista. Es por
ello que este trabajo aborda, esencialmente, el papel que desempeña el entorno
universitario y el futuro ingeniero.